Muchas veces te contemple, de lejos, de cerca, y de adentro; por un momento nos encontramos, primero entre miradas, luego entre palabras, no aproximamos mas y mas hasta quedar sin poder mirar tus ojos miel aterciopelados y besarnos no pudimos parar. El caso es que, aveces te siento ausente, y aveces no te siento, aveces siento que me sientes y que no quieres eso, me duele un poco mas que una inyección y menos que un corazón roto.
Mi problema siempre es que me gusta aferrarme a las cosas y convertirlas en mis anclas, pero en realidad sigo naufragando por un mar desértico.
Me gustaba quedarme semi dormida en tu pecho, escuchando tu respiración.
Aunque, tengo que admitir que apesar de todo, lo que mas extraño es a mi mejor amigo,
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