Y cuando llegaste, no me di cuenta, he tratado de revelar tu misterio y nada mas no puedo, has causado un daño letal a mi cerebro.
En la pared de mi mente cuadros enmarcados de tu cara, tu sonrisa por todas partes y aun así no encuentro felicidad infinita.
Aun sigues causándome alucinaciones y algunos otros síntomas, que quiero negar que es enamoramiento.
Sufro lento por tu falta de caricias y tus besos en mi cuello. Tengo hipotermia por la carencia de tu calor en mi cuerpo.
Te pude dar mi inoscencia en cualquier momento, y tu compartirla conmigo, pero como darte algo que ya no existe, y como prestar atencion a momentos que expiraron hace mucho tiempo.
Somos almas libres, y las piedras rodando se encuentran...
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