cry upon me

Y ahora me descubro y me encuentro en un espacio sideral central, nada me daña, he visto el cielo , he visto el infierno, y he visto tu rostro en los dos, pintado de colores turquesa, tus cabellos despeinados por pecados capitales, tu mirada sombría y tu piel iluminada, he visto también el demonio con nombre de mujer, y dueña de tu alma suplicante.
Yo también he perdido la cabeza, literalmente, perdí mi esqueleto y mi inocencia, perdí cabellos arrancados por sueños en la almohada, perdí alas de aire enredadas entre arboles cerebrales, perdí tu ácido y extravagante cariño, con listones llenos de promesas transparentes.
Me perdí, te perdí, y lo mucho que me queda, y la poca saliva que me sobra no la pienso gastar repitiendo tu nombre como meròlica, diciendo una y otra vez frases sin sentido. Imaginando escenarios inecesarios, inexistentes.